Qué difícil es conciliar deporte y trabajo...
sobre todo, cuando el curro no tiene horario y tener que trabajar el sábado, bien
de mañana o sino de noche.... En fin,
lo primero es lo primero. Aunque intento tener una constancia en entrenamientos
me es imposible. La forma física ha bajado alarmantemente y sólo salir a rodar
ya es un suplicio. La última carrera que corrí y que era la cursa punk de
Manresa, fui sin dormir y sufrí bastante, pero logre acabarla dignamente, de
esto hablamos ya del 10 de Noviembre.
Durante estos tres meses, habré salido
unas 10 veces y la verdad, cuando no se está en estado óptimo, no se disfruta
igual. Cuando trabajo el sábado por la
noche, salimos sobre las 3 o las 4, en vez de irme a dormir, voy para
Montserrat, más que nada para hacer algo de subida y aprovechar el día. Si
trabajo el sábado por la mañana y tengo el domingo libre, aprovecho para hacer
alguna tirada más larga, cerca de casa. Ahora mismo no me puedo ni plantear apuntarme
a ninguna carrera, como este fin de semana, que había una Ultra de los amigos
Escute y Paco Robles por el Garraf y ni
me la he podido plantear.
Hoy, tenía el mono, así que me he levantado a las 5, y una
vez preparada la ropa (mallas, buff y guantes a estrenar, cortesía de mi
pareja) y la mochila con chubasquero incluido por el riesgo que había de
lluvia, me he echado al monte. Ruta? Sobre la marcha. Había cargado la cursa de
Correbocs del Ordal, porque me acordaba que había unos senderos guapos y por sí
terciaba, llevaba el track. Salí dirección a Can Xandrí, subí por las trialeras
de las montañas del Ordal, cojí una trialera hasta Castellvi de Rosanes, allí
subo hasta la carretera de la Creu de l´aragall y me voy hasta la bola por la ruta
de la cursa del 5 Cims, allí sigo el gr hasta el pueblo del Ordal, donde hago
una parada en el Ateneo para desayunar.
Busco el polideportívo y cojo la ruta
del Correbocs, dirección a Corbera. Una vez que llego a la ermita, en vez de ir
a buscar el campo de tiro, voy siguiendo caminos, siempre a la vista de
Corbera, hasta que llego al centro. Una vez allí y acuciado por el tiempo,
decido que en vez de subir hasta la Creu, bajar por la hípica hasta Sant Andreu
e ir hasta casa por la montaña. Al final, 51 kms. en 7,45, un desnivel
acumulado de 3.500 m. y acabando bastante cansado.
Mención aparte, el martes salí a rodar a última hora de la
tarde, y por investigar caminos, me metí campo a través y una vez anochecido,
me costó un montón volver al camino. De tantas vueltas que estuve dando entre
la campiña, me destrocé las piernas... Menos las mallas cortas, al menos iba
bien preparado, llevaba, agua, manta térmica, gps, frontal con pilas de
recambio y móvil. En algún momento se me paso por la cabeza llamar a
emergencias para que vinieran a buscarme... Pero pudo más la vergüenza y mi
cabezonería. Hay que tener cuidado, cuando menos te lo esperas te puedes ganar
un buen susto... había bastantes taludes y tenía que pisar con cuidado. Al final
llegue sano a casa... Por un tiempo me volveré a pensar a meterme entre la
maleza..
Que pierna más peludas!!!!! Màquina!!!!!
ResponderEliminarSi tienes razón eso de currar y entrenar es complicado.
De aquí a nada nos vemos en alguna marxa. ;-)